Los ojos rojos durante el verano y nuestros ratos en la alberca son comunes, y la culpa de esto siempre se lo hemos atribuido al cloro que tiene las piscinas para mantenerlas limpias, sin embargo puede ser que esto no sea del todo cierto.

Aunque toda la vida hemos pensado que este efecto es provocado por el producto químico que mezclamos en el agua de las piscinas para eliminar cualquier bacteria, la realidad es otra.

 La verdadera causa que explica esta irritación son las cloraminas. Es un compuesto químico que se genera por la presencia de orina y sudor en el agua. “Las cloraminas se forman cuando el cloro libre reacciona con compuestos ricos en nitrógeno, y ocurre que orina y sudor son ricos en este elemento. De modo que, cuando el cloro libre entra en contacto con ellos, su producción se acelera”, explica el investigador de la Universitat Oberta de Catalunya, Hug March.

¿Cómo podemos aliviar el ardor y enrojecimiento de los ojos? Si al salir de la alberca tenemos los ojos rojos podemos solucionarlo con una limpieza en profundidad de los párpados con suero fisiológico. También se puede usar champú neutro o lágrimas artificiales para aliviar la sensación de irritación o sequedad ocular.

Toma en cuenta los siguientes consejos:

  • Limita el tiempo que pasas bajo el agua
  • Usa gafas de natación para una protección mayor
  • Dúchate antes y después de entrar en una piscina
  • ¡No tragues agua!